Algunas catástrofes ocurren de forma natural, otras se generan a partir de actitudes humanas; por lo tanto, es fundamental que la carga transportada por vía marítima cumpla la normativa IMO.

En los últimos años, el mundo ha sufrido grandes catástrofes naturales que han provocado consecuencias impactantes debido a los cambios causados en el medio ambiente.

Algunas catástrofes se producen de forma natural, como la tormenta, el terremoto, el tifón, el huracán y el ciclón. Otros son generados por alguna actitud humana como la contaminación, la destrucción de áreas verdes, la incorrecta eliminación de residuos y las inundaciones, que provocan resultados negativos, a gran escala, en las esferas social y económica, afectando incluso al transporte marítimo o lo que también pueden ser provocados por el transporte marítimo.

El transporte marítimo puede contaminar mientras se conducen los cargamentos con efluentes industriales, metales pesados, productos químicos, purines, con productos agrícolas como fertilizantes y otros agroquímicos. Por lo tanto, es fundamental que estas cargas sean reguladas por la Organización Marítima Internacional (IMO – International Maritime Organization), órgano de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que busca establecer normas relacionadas con la seguridad, la protección y la prevención de la contaminación del mar y del aire, causada por los buques, siendo los gases emitidos por la quema de combustible una de las mayores preocupaciones de la entidad.

Sin embargo, como resultado de las catástrofes, puede haber daños tanto en el buque como en las cargas, ya que este tipo de transporte juega un papel fundamental en el traslado de los más variados tipos de carga, como alimentos, cargas refrigeradas, granos, además de tener la capacidad de transportar maquinaria grande y pesada con mayor seguridad. La modalidad marítima ha crecido tanto que la economía mundial también depende de ella para funcionar, además, permite grandes conexiones y relaciones entre países para el comercio exterior. Actualmente, el transporte marítimo responde por el 90% del transporte de carga de todo el mundo, ya sea de cabotaje o de largo recorrido. Tanto que hay una flota de casi 100 mil buques, siendo el barco el más grande, con 54 mil unidades que sostienen un promedio de 39 mil toneladas de carga, con destinos en puertos repartidos por todos los continentes.

Consecuencias para el transporte marítimo de las catástrofes naturales

Los efectos de las catástrofes naturales en el transporte marítimo tienen consecuencias tanto para la salud humana como para el movimiento de las cargas transportadas por mar.

En el comercio exterior, el mayor daño es el financiero, ya que anualmente las flotas marítimas mueven unos 11.000 millones de toneladas de carga, lo que equivale a unos 14 billones de dólares. Por eso, cuando ocurre un tifón o una tormenta, por ejemplo, si los barcos salen hacia su destino, corren el riesgo de ser golpeados, lo que provoca riesgos para las cargas: pueden caer al mar, sufrir daños, etc. – y para los profesionales, que pueden morir al ser alcanzados por el fenómeno.

Sin embargo, mantener las cargas almacenadas hasta que puedan ser despachadas con seguridad, provoca valores adicionales en el flete, ya que es necesario realizar los despachos dentro de un plazo y, si esto no ocurre, se cobra un valor mayor al establecido, debido a la demora. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, por razones de seguridad, muchos puertos están cerrados durante estos periodos.

Por lo tanto, siempre que se produzca una catástrofe natural y su carga esté en un transporte marítimo que pase por regiones afectadas, es importante atentarse a los procedimientos necesarios para la liberación, así como tener un seguro de transporte internacional y estar siempre en contacto con el operador logístico y con su compañía de seguros.

También es fundamental que las instituciones se posicionen y busquen la manera de evitar que se produzcan impactos ambientales como consecuencia de sus actividades, para evitar pérdidas económicas y preservar su imagen.

Debido a las consecuencias de las catástrofes naturales, es importante contar con una empresa preparada para hacer frente a este tipo de accidentes. South Cargo proporciona acceso a las mejores redes globales, equipos calificados y motivados, apoyados por modernas herramientas de comunicación y datos, además de actuar de forma social y ambientalmente responsable.

Para un sector que exige confianza e innovación, poder contar con los servicios NVOCC (Non-Vessel Operating Common Carrier) significa tener una importante gestión operativa dentro del negocio. Con una capacidad de transformación en los negocios centrados en el envío de carga, South Cargo considera que el costo y el tiempo son factores esenciales para la ejecución de este trabajo y el rendimiento del sector.